Con motivo del 15 aniversario del nacimiento del grupo misionero Deja Huella, se celebró en Panamá el Primer Encuentro Latinoamericano de Jóvenes Misioneros, que congregó este enero a 94 jóvenes en las diversas actividades, de los cuales 20 viajaron desde Nicaragua. Una forma de conectar a los estudiantes americanos de la Pureza.

Entre las actividades organizadas para estos días se dispuso un programa de visitas culturales, noches de exhibición de talentos, salidas solidarias (Hospital del Niño, Asilo Bolivar y Casa Hogar Buen Samaritano), deportes varios y la participación de los jóvenes misioneros en el XXXVII Encuentro Nacional de Renovación Juvenil de Chitré, del 21 al 24 de enero, que se celebró esta vez bajo el lema de Sin mí nada pueden hacer.

Una oportunidad excepcional para compartir experiencias y vivencias, para enriquecerse entre las diferentes culturas, para participar en las actividades de la Iglesia en Panamá y para hacer familia en Deja Huella al estilo de Pureza de María, en un encuentro que ofrece muchas de las sensaciones que viven los que acuden a la Jornada Mundial de la Juventud.

En la dirección oficial de Facebook del colegio de Panamá, se establecía la siguiente valoración después de acabar el encuentro: «¡Todo un éxito. No sólo por la organización, sino por lo vivido! Tuvimos la presentación cultural de Nicaragua y Panamá y la despedida: lo que vivimos no se puede expresar… se contarán detalles, anécdotas… lo demás, sólo quienes lo vivimos sabemos lo que llevamos dentro!».

Entre los lugares que se visitaron durante la reunión de jóvenes misioneros, las visitas a las ruinas de Panamá Viejo, el cerro Ancón, el Biomuseo y el Centro de Visitantes de Miraflores para contemplar el Canal de Panamá y la zona de Albrook Mall.