Mater Purissima (1950-1958): El impulso misionero

Entramos en una década de impulso económico, de ruptura del aislamiento internacional de España en aras del anticomunismo y, sobre todo, de confirmación y madurez del nacionalcatolicismo, cuyo símbolo visible es el Concordato entre el Estado español y la Santa Sede de 1953. Ahora bien, el triunfo de la pastoral de conquista y misionera lleva en su seno la semilla que en los años sesenta resquebrajará el nacionalcatolicismo. Esto es la concienciación por parte de los misioneros de la existencia de otras culturas y otras formas de organización social que conduce inevitablemente a plantear una sociedad y una Iglesia plural, no monolítica. Las Hermanas de la Pureza participarán de esta obra misionera de la Iglesia.

Cronológicamente, nos hemos detenido en el año 1958 porque fue éste el último en que la redacción y administración de la revista estuvo en el Real Colegio de la Pureza de Palma, en la Casa Madre. Durante 1959 y 1960 la dirección estuvo en Bilbao, calle General Mola, 4 y la administración en Barcelona, calle Ballester, 69. Finalmente, desde 1961 hasta 1966 la dirección y administración recayó en Barcelona.

Desde el punto de vista formal,  a partir de 1950 la revista pasó a subtitularse revista bimensual ilustrada. En esta etapa la fotografía y la imagen tendrán una función mucho más narrativa y no complementaria como tenía en etapas anteriores. Notad que la fotografía y la imagen funcionan como anclajes de la memoria colectiva que en el caso de la revista Mater son documento y testimonio de las fiestas, las fundaciones y la vida escolar, de las exalumnas federadas que obtienen su título de música o de maestras, de los hijos de la federadas, e incluso de cómo debe ser el hogar y el jardín de las lectoras.

El Concordato de 1953 supuso el reconocimiento del Régimen franquista por parte de la Santa Sede y, por tanto, una legitimación exterior suministrada por la Iglesia Católica por ser precisamente una organización internacional. A cambio, la Iglesia española recibió beneficios económicos y privilegios jurídicos; pero, sobre todo, supuso la confirmación de su papel predominante en la educación, puesto que el Concordato reconocía: la educación conforme al dogma católico; la enseñanza de la religión en todas las escuelas, públicas y privadas, y en todos los niveles, incluida la universidad; el derecho de la Iglesia a inspeccionar la enseñanza y comprobar la pureza de la fe y las buenas costumbres de la educación religiosa en los centros de enseñanza. En la sección “Crónica de nuestros Colegios” de  Noviembre-Diciembre de 1953 consta como el día 11 de Octubre de ese mismo año tuvo lugar en el Salón de Actos del Real Colegio de la Pureza la solemne distribución de títulos a las maestras que terminaron sus estudios el curso 1952-53. Así como también costa que en los exámenes de convalidación del título de la Escuela de Magisterio de la Iglesia por el Estado se presentaron 15 alumnas las cuales consiguieron aprobar todas.

 

Coincidiendo con el nuevo formato de la revista se pusieron en marcha tres secciones que pretendían interactuar con las lecturas, e invitarlas a la lectura activa de la misma. En primer lugar, la sección “Preguntas” que imitando el formato entrevista, la revista responde a supuestas preguntas de las lectoras sobre temas religiosos, apologéticos, dogmáticos e, incluso, cuestiones domésticas. En segundo lugar, la dedicada a juegos y pasatiempos que estaba orientada a entretener a las asociadas y lectoras de la revista. Y, en tercer lugar, a partir de octubre de 1957 se reservaban dos páginas de la revista para la publicación de fotografías de los hijos de las asociadas.

La Iglesia misionera en las Hermanas de la Pureza se concretó en Nicaragua. La revista dio fe de su llegada a aquel país allá por los meses de Mayo y Junio de 1951. Los artículos titulados “De Madrid a Nicaragua” publicados en la segunda mitad de 1951 son el diario de viaje de las hermanas Marta Gasser y Elena Sempere desde que salen de España hasta que se instalan en León (Nicaragua). Otra sección fija, aunque discontinua, sobre este tema fue “Desde Nicaragua”, en la que se deban noticias diversas sobre el Colegio de León. También cabe destacar la sección “Cosas de Nicaragua” en la que se intenta ofrecer a los lectores aspectos de la geografía, la historia, la cultura y el patrimonio del país.

Finalmente, me gustaría citar como desde la revista se da cobertura y se impulsa el proceso de Beatificación de Madre Alberta. Primero, con la publicación del listado de todas aquellas personas e instituciones que contribuyeron con donativos para la causa. Y, en segundo lugar, con la sección que con el título “Espigando en la vida de nuestra Madre” se inició en el mes de noviembre de 1953 y la que se reproducen todas aquellas cartas de la fundadora que puedan servir como prueba de su santidad.

Joan Josep Matas Pastor es doctor en Historia y profesor del Centro de Enseñanza Superior Alberta Giménez (CESAG). El artículo fue publicado originalmente en la edición nº139 de la Revista Mater Purissima (abril 2011).

Imagen de portada de la revista Mater Purissima en 1954
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