Bodas de diamante en Kafakumba

Kafakumba se viste de alegría y de felicidad este verano. Sí, este verano, está bien dicho, ya que antes y después del 9 de julio las caras han cambiado, las tristezas se han ido, los dolores se han escondido, la unión ha aparecido y el gozo ha invadido el corazón de cada uno.

Así hemos celebrado los 75 años de existencia de nuestra Parroquia Saints Pierre et Paul  este 9 de julio de 2006. Estamos de fiesta, no solamente externa, sino también en nuestro interior. El júbilo de celebrar los años de fe se lleva en el corazón y se manifiesta en actos concretos.

Es por eso que 6 meses antes empezamos con los preparativos materiales de la fiesta, organizado todo por grupos, cada uno poniendo su granito de arena para que ese gran día quedara grabado en la memoria de todos.

También la preparación interior ha sido muy buena; tanto en las escuelas como en la parroquia se organizó la catequesis para bautizo, primera comunión, confirmación y matrimonio. Cincuenta personas recibieron los sacramentos de la iniciación cristiana y dos parejas se casaron. Como pueden ver, todo esto es gran motivo de alegría, de donación a los demás, por eso todo ha cambiado un poquito en el corazón de cada uno.

Ahora esperamos que este acontecimiento sea fermento de la vida cristina, de vocación al amor, al servicio, a la fraternidad y que nuestra Kafakumba crezca en fe y en conocimiento de Dios, de quien lo esperamos todo.

Este artículo de Cristina Tercero, rp., profesora del Liceo Kulivwa (Congo) se publicó originalmente en la edición nº125 de Mater Purissima (octubre 2006)

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